Semana1
Tema: Nutrición y alimentación.
Día 1-¿Cual es la diferencia entre alimentación y nutrición?. LEER...
Semana 3
VOLVER ARRIBATema: Nutrición y alimentación.
Día 1-¿Cual es la diferencia entre alimentación y nutrición?. LEER...
Día 2-
Conceptos básicos sobre nutrición. LEER...
Día 3-
Información nutricional de los alimentos (envasados). LEER...
Día 4-
Ingredientes nocivos de los alimentos (envasados). LEER...
Día 5-
Alimentos con ingredientes nocivos que no deberíamos consumir. LEER...
Semana
2
Tema:
La alimentación: una necesidad básica de los seres vivos.
Día 1-
¿Por qué necesitamos alimentarnos?. LEER...
Día 2-
Clasificación de los alimentos. LEER...
Día 3-
¿Que es una buena alimentación?. LEER...
Día 4-
¿Que es una mala alimentación?. LEER...
Día 5-
¿Cuales son beneficios de una buena alimentación?. LEER...
Semana 3
Tema:
Relación entre el comer mal y enfermarnos.
Día 1-
¿Cuales son las consecuencias de una mala alimentación?. LEER...
Día 2-
¿Que comen nuestros hijos en casa y fuera de casa?. LEER...
Día 3-
¿Que es la comida chatarra?. LEER...
Día 4-
¿Porque comemos lo que comemos?. LEER...
Día 5-
¿Nosotros somos lo que comemos?. LEER...
Semana
4
Tema:
La obesidad.
Día 1-
¿Que es la obesidad y como se determina?
Día 2-
Causas que provocan la obesidad.
Día 3-
Problemas de salud de personas con obesidad.
Día 4-
Las dietas para adelgazar.
Día 5-
La mejor de las dietas.
Semana
5
Tema:
Enfermedades más comunes debido a la obesidad
Día 1-
Enfermedades cardiovasculares.
Día 2-
Hipertensión arterial.
Día 3-
Osteoporosis.
Día 4-
Diabetes Mellitas II.
Día 5-
Colitis.
Semana
6
Tema:
Enfermedades más comunes debido a la obesidad
Día 1-
Gastritis.
Día 2-
Hernia hiatal.
Día 3-
Hemorroides.
Día 4-
Enfermedades del hígado.
Día 5-
Aumento de lípidos (colesterol) en sangre.
Semana
7
Tema:
Conociendo más sobre la obesidad.
Día 1-
¿Como Calcular mi Peso?
Día 2-
Los Jugos para Bajar de Peso.
Día 3-
Cuidado con las Calorías Ocultas.
Día 4-
El Engaño de los productos Light.
Día 5-
¿El gluten engorda?
Semana
8
Tema:
Conociendo más sobre la obesidad.
Día 1-
10 Errores alimenticios frecuentes.
Día 2-
20 Falsedades sobre alimentos que confunden.
Día 3-
Lo que Engorda y lo que no Engorda.
Día 4-
Cuidado con las Pastillas y Cremas para Adelgazar.
Día 5-
¿Efecto Rebote? Adelgazar para volver a engordar.
Semana
9
Tema:
Las Dietas para adelgazar.
Día 1-
La Ilusión de las Dietas Rápidas.
Día 2-
¿Como Hacer para comer Menos?
Día 3-
Bebidas que Pueden Arruinar su Dieta.
Día 4-
Alimentos que Sacian.
Día 5-
Bajar de Peso a Conciencia.
Semana
10
Tema:
Las Dietas para adelgazar.
Día 1-
Caminar para Bajar de Peso.
Día 2-
¿Se puede Bajar de Peso con Carbohidratos?.
Día 3-
Comer o no Comer es la Cuestión.
Día 4-
Consejos Rápidos para perder peso.
Día 5-
Creencias erróneas sobre Adelgazar.
Semana
11
Tema:
Las Dietas para adelgazar.
Día 1-
Cuando la Gordura nos Enferma
Día 2-
El Papel de los dulces en la Dieta
Día 3-
Las Bebidas y la Obesidad.
Día 4-
Las Frutas y Verduras, esenciales en la Dieta.
Día 5-
Si hago Ejercicio ¿Pierdo Peso?
Semana
12
Tema:
Día 1-
Mitos del Gimnasio.
Día 2-
Respuestas para Padres con Niños Obesos.
Día 3-
¿Por qué tu dieta no está Funcionando?
Día 4-
El Sobrepeso en la Sociedad.
Día 5-
Guía para Hacer Dietas
Día 1-¿Cual es la diferencia entre alimentación y nutrición?.
Semana 1
Los
términos alimentación y nutrición describen dos procesos que
aunque están íntimamente ligados, son diferentes en muchos
aspectos.
¿Por
qué nos alimentamos? Desde el punto de vista biológico, comemos
alimentos para obtener los nutrientes necesarios y así poder
desarrollar nuestras funciones vitales. El hambre es el síntoma de
la necesidad de ingerir alimentos, pero muchas veces elegimos lo que
nos gusta en lugar de elegir alimentos que provean a nuestro
organismo de los nutrientes que necesita en cantidad y calidad, a fin
de que pueda funcionar en todo su potencial.
Lo
que sucede es que muchas veces elegimos o rechazamos alimentos por
razones que no tienen que ver con lo nutritivo sino con otros
factores como el aspecto o el sabor; también tienen una gran
influencia los factores familiares, culturales, sociales, religiosos
y la publicidad. Por otro lado, la disponibilidad o los precios de
los productos desempeñan un papel relevante en nuestras opciones.
Por lo tanto, existen muchas consideraciones que se tienen en cuenta
al elegir un alimento.
Es
importante destacar que, aunque los términos alimentación y
nutrición se utilizan frecuentemente como sinónimos, sus
significados son diferentes. La nutrición hace referencia a los
nutrientes que componen los alimentos y al conjunto de procesos
involuntarios, como la digestión y absorción de sus componentes o
nutrientes, su metabolismo y la eliminación de los desechos
celulares del organismo.
La
alimentación, sin embargo, es un conjunto de actos voluntarios que
abarcan no solo la elección del alimento, sino cómo lo preparamos y
como y cuando lo comemos. El hecho de comer y el modo como lo hacemos
tiene una gran relación con el ambiente en el que vivimos y
determinan, en gran parte, los hábitos alimentarios y los estilos de
vida de las personas.
Composición
básica de los alimentos
Los
nutrientes que contienen los alimentos, son sustancias necesarias
para el funcionamiento normal del organismo. Algunos de ellos se
llaman nutrientes esenciales: son aquellos que no pueden ser
producidos por el organismo y deben ser aportados a través de la
alimentación como son algunos aminoácidos de las proteínas,
algunos ácidos grasos, las vitaminas, los minerales y el agua.
Desde
el punto de vista de la cantidad que se debe ingerir de nutrientes,
podemos distinguir dos grandes grupos: los macronutrientes y los
micronutrientes.
Los
macronutrientes son aquellos que se requieren a diario en grandes
cantidades y suministran la mayor parte de la energía metabólica
del organismo. Por ejemplo, los hidratos de carbono, las proteínas,
las grasas o lípidos y el agua.
Los
micronutrientes son aquellos que el organismo necesita en pequeñas
dosis diarias, pero que son indispensables para el buen
funcionamiento del cuerpo. Por ejemplo, las vitaminas y minerales.
Así
pues los nutrientes principales son: las proteínas, los hidratos de
carbono, las sustancias grasas o lípidos, los minerales, las
vitaminas y el agua.
LAS
PROTEINAS
Las
proteínas son sustancias orgánicas esenciales para el crecimiento y
la reparación de tejidos, así como el buen funcionamiento y la
estructura de todas las células de nuestro organismo. Todas las
células y tejidos contienen proteínas: las encontramos, por
ejemplo, en los músculos, los huesos, el pelo, las uñas y la piel.
Llegan a constituir el 20% del peso corporal total.
LOS
HIDRATOS DE CARBONO
Los
hidratos de carbono constituyen uno de los tres principales
nutrientes. Junto con las grasas y las proteínas aportan energía al
cuerpo humano para que este realice eficientemente las actividades
cotidianas como trabajar, estudiar o jugar, entre otras.
SUSTANCIAS
GRASAS O LÍPIDOS
Si
bien la palabra “grasa” puede tener una connotación negativa
dentro de una alimentación saludable, algunos de los ácidos grasos
que aportan los lípidos son esenciales para el buen funcionamiento
del organismo. Además, las grasas constituyen la principal reserva
energética, forman parte de las membranas celulares, son
imprescindibles para la absorción de las vitaminas liposolubles y
para la síntesis de hormonas, protegen a los órganos internos y
funcionan como aislante térmico. Por lo tanto, una dieta equilibrada
debe incluir grasas en su composición. Sin embargo, éstas no deben
ser de cualquier tipo ni consumirse en cualquier cantidad.
LAS
VITAMINAS
Las
vitaminas son nutrientes esenciales para los procesos vitales, sin
embargo, se requieren pequeñas cantidades, en comparación con las
proteínas, las grasas y los hidratos de carbono (por eso se llaman
micronutrientes). Participan activamente en la conversión de los
alimentos en energía, en el crecimiento, en la reparación de los
tejidos y en la defensa contra las enfermedades.
LOS
MINERALES
Los
minerales son elementos químicos imprescindibles para el normal
funcionamiento metabólico. En general, los minerales actúan en
numerosos procesos. Por ejemplo, el calcio y el flúor forman parte
de los tejidos de huesos y dientes, en tanto el hierro forma parte de
la hemoglobina de la sangre. También intervienen en la distribución
del agua corporal –aquí son fundamentales el sodio y el potasio;
forman parte de compuestos orgánicos esenciales y regulan la
contracción muscular, la transmisión de impulsos nerviosos y el
crecimiento de nuevos tejidos.
EL
AGUA
Como
todas las vitaminas y los minerales, el agua es considerada como una
sustancia esencial indispensable para mantener al cuerpo humano en
perfectas condiciones, pero no suministra energía ni material para
la construcción o reparación de tejidos del organismo.
Sus
funciones principales son: mantener la temperatura corporal;
transportar los nutrientes a las células; eliminar los desechos a
través de la orina.
VOLVER ARRIBA
VOLVER ARRIBA
La
nutrición es el conjunto de procesos mediante los cuales el
organismo utiliza, transforma e incorpora a sus propios tejidos, una
serie de sustancias llamadas nutrientes que han de cumplir tres fines
básicos:
1.-
Suministrar la energía necesaria para el mantenimiento del organismo
y sus funciones.
2.-
Proporcionar los materiales necesarios para la formación, renovación
y reparación de estructuras corporales.
3.-
Suministrar las sustancias necesarias para regular el metabolismo.
La
nutrición puede describirse también como la ciencia de los
alimentos, de losnutrientes
y de otras sustancias que estos contienen, que tiene directa interacción
y equilibrio con la salud y la enfermedad.
Como
se mencionó con anterioridad, los alimentos contienen una serie denutrientes
que los componen y son:
Hidratos
de carbono o carbohidratos.
Los
carbohidratos o azúcares son moléculas cuya principal función es proporcionar
la energía que el cuerpo necesita. Estos nutrientes son la fuente inmediata
de energía para el organismo, pues rápidamente se desdoblan formando
glucosa, la fuente principal de energía.
Son
compuestos orgánicos que contienen carbono, hidrógeno y oxígeno en
varias
combinaciones. Tanto en la naturaleza como en el cuerpo humano
existen
en una amplia variedad de formas. En términos generales, se pueden
clasificar en hidratos de carbono simples, hidratos de carbono
compuestos y fibras dietéticas.
Grasas
o lípidos.
Las
grasas son una combinación de ácidos grasos y glicerol, son la
fuente de energía
más concentrada que se encuentra disponible, pues proporcionan 9 calorías
por gramo.
Lo
que habitualmente llamamos grasa en nuestra dieta es en realidad un conjunto
de sustancias clasificadas como lípidos. Los lípidos son una clase
de sustancias
orgánicas insolubles en agua, pero solubles en determinados disolventes,
como el alcohol o el éter. Los tres lípidos de importancia para los seres
humanos son los triglicéridos, el colesterol y los fosfolípidos.
Los tres desempeñan
funciones principales en el organismo.
Proteínas
Una
proteína es una estructura química compleja que contiene carbono, hidrógeno
y oxígeno, igual que los hidratos de carbono y las grasas. Las proteínas
contienen además otro elemento esencial, el nitrógeno, que constituye
aproximadamente el 16% de la mayoría de las proteínas de la dieta. Las
proteínas constituyen la base de toda célula viva, hasta el punto
que, la vida
no sería posible sin las proteínas, las tres funciones esenciales
de la materia
viva (crecimiento, nutrición, y reproducción) están directamente
ligadas a
ellas.
Agua
El
agua es indispensable para que se lleven a cabo todos los procesos
que mantienen
vivo al hombre y a todos los demás seres vivos; es fundamental para
la existencia. Su carencia provoca la muerte en cuestión de días. El
agua constituye alrededor de las dos terceras partes del peso del
cuerpo y las
tres cuartas partes de los tejidos activos como el músculo. Todas
las células requieren
agua para mantener su estructura y para llevar a cabo las reacciones que
les permiten desempeñar sus diferentes funciones. Además
de ser un solvente general, el agua participa de manera activa en las reacciones
bioquímicas y confiere forma y estructura a las células a través
de la
turgencia. También constituye un medio para estabilizar la
temperatura corporal.
Vitaminas
y minerales
Las
vitaminas y los minerales son necesarios en determinadas cantidades
para tener
buena salud y para alcanzar el máximo rendimiento físico. Sin
embargo, lo
más importante es el equilibrio de vitaminas y minerales en la
alimentación.
Vitaminas
Se
necesitan en cantidades ínfimas para el crecimiento, la salud y el
bienestar físico.
Muchas de ellas forman las partes esenciales de los sistemas enzimáticos,
que están involucrados en la producción de energía y el rendimiento
durante el ejercicio. Otras están implicadas en el funcionamiento del
sistema inmunológico, el sistema hormonal y el sistema nervioso.
Nuestro
organismo no puede elaborar vitaminas, por lo tanto, éstas deben ser suministradas
por los alimentos.
Minerales
Son
elementos inorgánicos que tienen funciones estructurales y
reguladoras dentro
del organismo. Algunos de ellos (como el calcio y el fósforo) forman parte
de la estructura de los huesos y los dientes. Otros están implicados
en el control
de equilibrio de los líquidos corporales en los tejidos, la
contracción muscular,
la función nerviosa, la secreción enzimática y la formación de glóbulos
rojos sanguíneos. Lo mismo que las vitaminas, no pueden ser
producidos por el organismo y tienen que obtenerse por medio de la
alimentación.
Día 3- Información nutricional de los alimentos (envasados).
Los alimentos que consumimos en nuestra
dieta diaria aportan a nuestro organismo unas cantidades específicas
de nutrientes. El conjunto de todos ellos constituyen el aporte
energético, vitamínico, mineral y proteico que determinará las
características de nuestra dieta.
Cada alimento nos aporta cantidades
diferentes de estos componentes, de manera que, si controlamos y
conocemos su composición, podremos mejorar y completar nuestros
hábitos alimentarios, para cubrir los requerimientos nutricionales
de nuestro cuerpo, y eliminar los que no nos sean beneficiosos.
La etiqueta de información nutricional
de tu cereal favorito para el desayuno dice que está lleno de
vitaminas y minerales. Entonces debe ser saludable, ¿no?.
El simple hecho de que un alimento
tenga un alto contenido de vitaminas no significa que sea saludable
en absoluto. Obviamente, es una buena noticia que tu cereal favorito
te brinde una inyección de vitaminas y minerales. Pero, ¿qué
sucede si también está lleno de azúcar?
Entonces, ¿cómo se puede saber todo
esto? ¡Gracias a Dios existen las etiquetas de información
nutricional!
Las etiquetas ofrecen información que
puede ayudarte a decidir qué elegir como parte de un plan general de
alimentación saludable. El primer paso para que las etiquetas de
información nutricional sean útiles es observar la etiqueta
completa. Si sólo te concentras en una parte, como las calorías o
las vitaminas, quizás no veas el panorama completo, como la cantidad
de azúcar o grasa que contiene el producto.
A continuación, algunas sugerencias
para obtener una visión total de las etiquetas de los alimentos:
Tamaño de la porción
Comienza siempre por el tamaño de la
porción. Debes hacerlo de este modo porque la información del resto
de la etiqueta, desde las calorías hasta las vitaminas, se basa en
esta cantidad.
Calorías Una caloría es una forma de
medir cuánta energía proporciona un alimento al cuerpo. El número
que figura en la etiqueta del alimento indica cuántas calorías
contiene una porción.
Valor porcentual diario
Estos porcentajes muestran las
cantidades de nutrientes que una persona promedio obtiene al comer
una porción del alimento. A los fines de las etiquetas de
información nutricional, el gobierno determinó que una persona
"promedio" necesita 2.000 calorías diarias. Por lo tanto,
si la etiqueta de un determinado alimento muestra que proporciona el
25% de vitamina D, se trata del 25% para una persona que consume
2.000 calorías por día.
Grasa
Las grasas totales indican la cantidad
de grasa de una porción del alimento. Aunque consumir demasiadas
grasas puede producir obesidad y problemas de salud, nuestro cuerpo
necesita algo de grasa a diario.
Colesterol
El colesterol no es totalmente dañino:
es importante para la producción de vitamina D y algunas hormonas, y
para la producción de muchas otras sustancias en el cuerpo. El
hígado produce la mayor parte del colesterol que necesita una
persona, pero el colesterol también se encuentra en lo alimentos que
consumimos.
Sodio
El sodio es un componente de la sal.
Casi todos los alimentos contienen sodio porque añade sabor y ayuda
a preservarlos. Los alimentos procesados, envasados y enlatados
suelen tener más sodio que los alimentos recién preparados.
Carbohidratos totales
Esta cantidad cubre todos los
carbohidratos, incluidos las fibras y el azúcar. Las mejores fuentes
de carbohidratos son las frutas y los vegetales, junto con los
cereales, los panes, las pastas y el arroz integrales. La mayoría de
tu ingesta diaria de calorías debe provenir de los carbohidratos.
Fibra
La fibra no se digiere y ayuda a
mantener el sistema digestivo saludable. La fibra también puede
ayudar a reducir los niveles de colesterol. Pero lo mejor de todo es
que la fibra no tiene calorías y puede ayudar a sentir saciedad. Así
que observa la etiqueta y elige alimentos que tengan por lo menos 3
gramos de fibras por porción.
Proteínas
La mayor parte del cuerpo, incluidos
los músculos, la piel y el sistema inmunológico, está formado por
proteínas. Si el cuerpo no recibe las grasas y los carbohidratos
suficientes, puede utilizar las proteínas para obtener energía. Por
lo tanto, asegúrate de que los alimentos que consumen te brinden
algunas proteínas.
Vitaminas y minerales
No es necesario decir que te conviene
elegir alimentos con alto contenido de diversas vitaminas y
minerales. elige alimentos que incluyan información sobre la
vitamina A, la vitamina C, el calcio y el hierro que contienen. A
veces, verás que en la etiqueta figuran otras vitaminas y minerales
importantes, especialmente si el producto contiene cantidades
significativas.
Las etiquetas de los alimentos
envasados no pueden indicarte qué alimentos comer... ¡es tu
decisión! Pero sí pueden ayudarte a encontrar alimentos menos
nocivos y que traten bien a tu cuerpo.
Aunque es preferible comer alimentos
naturales, siempre que puedas hacerlo.
VOLVER ARRIBA
Las
etiquetas de los alimentos envasados ofrecen más que simple
información nutricional. También indican qué contienen los
alimentos envasados (es decir, los ingredientes).
La
gente que consume alimentos envasados, desconoce los efectos que
muchos de los ingredientes que vienen añadidos a estos, provocan en
el organismo.
Además,
en la publicidad de los alimentos, se están usando los términos
Light, diet, bajo en calorías, etc. para aludir a productos
saludables siendo que ambos términos no significan lo mismo. Que una
mayonesa sea baja en calorías no quiere decir que sea saludable!
Basta con leer los ingredientes para darse cuenta.
La
invitación es a que leamos los ingredientes de los alimentos, que
nos informemos y aprendamos a distinguir aquellos alimentos contienen
sustancias nocivas para nuestra salud, y evitemos consumirlos o
dárselos a nuestros hijos.
Como
esto puede ser muy complicado para muchas personas, aquí hay una
lista de los ingredientes más dañinos para nuestro organismo
Glutamato
monosodico / MSG/ Ajinomoto
Es
un aminoácido utilizado para realzar los sabores de las comidas y es
uno de los aditivos más comunes en los alimentos.
Se
conoce como una excito-toxina: sustancia que es neurotóxica y excita
las células nerviosas en el cerebro a tal punto que puede llegar a
matarlas. El consumo regular de excito-toxinas puede provocar
trastornos neurológicos, y en algunas personas generan reacciones
como náuseas y dolores de cabeza. Además, es una sustancia que
estimula el apetito, por lo que ayuda a subir de peso.
Jarabe
de alta fructosa
Este
un endulzante altamente refinado (proveniente del maíz, casi siempre
genéticamente modificado) que es masivamente utilizado, por lo que
resulta muy difícil evitarlo. Se utiliza en jugos, cereales, salsas,
galletas, refrescos etc. Su alto consumo se debe a que es mucho más
barato que el azúcar.
Es
un endulzante difícil de digerir y su consumo está asociado a
muchas enfermedades: diabetes, resistencia a la insulina, obesidad,
artritis, niveles altos de colesterol, etc.
También
lo puedes encontrar en los ingredientes de los alimentos bajo otros
nombres: almidón de maíz modificado, azúcar de maíz, etc.
Grasas
o aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados
Estos
también los encontramos en prácticamente todos los alimentos
envasados. Las grasas trans, se utilizan ampliamente porque son
económicas y permiten que un producto dure largo tiempo. Es este
tipo de grasas las que aumentan el colesterol malo y dañan nuestro
corazón.
Así
que si en alguna etiqueta lees aceite o grasas parcialmente
hidrogenadas, es mejor ni tocarlo. Además, es recomendable no
utilizar aceite de canola, de soya, de maíz, ya que por lo general
estos son transgénicos y se ponen rancios con facilidad. Es
preferible utilizar aceite de oliva extra virgen de extracción en
frío, aceite de coco y mantequilla orgánica de campo.
Colorantes
artificiales
Hay
muchos colorantes que se han identificado como cancerígenos y
alergénicos. Quizás son el tipo de ingredientes que vas a encontrar
prácticamente en todo tipo de alimentos que vengan envasados. Si
bien no podemos saber con exactitud que tipo de colorante puede ser
perjudicial y cuál no, lo mejor es evitarlos.
El
azúcar refinada .
Es
un veneno para nuestro organismo. Es una sustancia altamente
adictiva, que nos lleva a comer en exceso, y va generando mucho daño
a nuestros órganos. Estos son algunos sinónimos que aparecen en las
etiquetas y que “esconden” la gran cantidad de azúcar que pueden
tener algunos alimentos: jarabe de maíz, jarabe de alta fructosa,
sorbitol, maltodextrina, glucosa, maltosa, fructosa, etc.
Azodicarbonamida
Es
un químico que se usa en Estados Unidos para blanquear la harina,
está ligado al asma y es un componente de algunos plásticos usados
en colchonetas de Yoga o suelas de zapatillas. ¿En qué comida puede
aparecer? En panes, comidas congeladas y mezclas envasadas para
pastas.
Es
por la presencia de estos compuestos nocivos y muchos más, que si
deseas vivir una vida libre de enfermedades, lo más recomendable es
evitar alimentos envasados, procesados y refinados, e intentar comer
alimentos preparados por uno mismo, enfatizando el uso de frutas,
verduras, granos integrales, legumbres y semillas.
Dìa 5- Alimentos con ingredientes nocivos que no deberíamos consumir.
Existen
una gran cantidad de compuestos presentes en algunos alimentos
procesados que son nocivos para la salud y responsables de favorecer
la aparición de muchas enfermedades. En general todos estos
compuestos tienen que ver con aditivos y productos químicos para
mejorar el sabor, textura y consistencia de los alimentos. Muchas
asociaciones de consumidores en el mundo han luchado porque se
etiqueten los alimentos que contengan ingredientes peligrosos que
potencialmente aumenten las probabilidades de contraer enfermedades.
Pese
a la larga lista, presentamos solo aquellos alimentos que deberíamos
evitar antes que ningún otro.
Enlatados:
La
sopa enlatada típicamente contiene grandes cantidades de sal
procesada aditivos, MSG, e ingredientes transgénicos o genéticamente
modificados. También muchas compañías todavía utilizan latas con
Bisfenol en el recubrimiento de la lata. Este plástico químico ha
sido identificado como un potente "disruptor" endocrino.
Hacer la sopa en casa es muy fácil y de esta manera usted sabe
exactamente cuáles son los ingredientes.
Los
frijoles saben mejor y son mejor para usted, si los prepara en casa.
De la misma manera que la sopa, los frijoles en lata (así como
también los vegetales enlatados) pueden estar contaminados con
Bisfenol.
Cereales
empaquetados:
Casi
todos los cereales son una combinación de jarabe de maíz de alta
fructosa y maíz transgénico o genéticamente modificado.
Palomitas
de Maíz para Microondas
El
ácido Perfluorooctanoico, es utilizado en el recubrimiento de las
bolsas de palomitas, el cual se puede filtrar en las palomitas al
momento de ser calentado. El PFOAs ha sido vinculado con la
infertilidad y otros problemas de salud. Es fácil hacer palomitas de
maíz en casa, además tiene la opción de ponerles sal y otro sabor
según su gusto.
Jugos
de Frutas y Vegetales envasados
A
pesar que las etiquetas dicen que su contenido es "100 por
ciento jugo", es algo casi imposible cuando compra jugo
comercial. No solo el sabor es cortesía de un químico de sabor y
aroma profesional, el jugo de fruta es también muy alto en fructosa.
Bebidas
gaseosas:
Una
fuente muy común de azúcar refinado son las bebidas gaseosas, que
además incluyen otros ingredientes muy nocivos para la salud.
Además, al evitar el exceso de azúcar y carbohidratos simples,
contribuimos a mantener un buen peso, y prevenir la diabetes tipo 2.
Yogurt
envasado
El
yogurt tradicionalmente fermentado está lleno de bacteria saludable
(probióticos). Esto lo hace muy fácil de digerir, e incrementa la
flora saludable en su tracto intestinal. Pero no espere encontrar
algo así en su supermercado. Los productos pasteurizados no le
proveerán estos beneficios saludables, ya que el proceso de
pasterización destruye la mayoría de las preciadas enzimas y otros
nutrientes. Afortunadamente es fácil y barato de hacer yogurt en
cada.
Hot
Dogs
Las
salchichas tienen excesivos niveles de sal y de nitratos, que son
altamente cancerígenos. Eso sin mencionar que la carne de las
salchichas no es de la mejor calidad. Además un hot dog está
acompañado de pan blanco, lo que completa el cuadro.
Carnes
Procesadas
Contiene
altos niveles de nitrato de sodio, un reconocido cancerígeno que es
usado para darle el tradicional color rosado y aspecto “fresco” a
la carne que podemos encontrar en el supermercado. Una vez que lo
ingerimos este nitrato se convierte en nitrosamina, altamente
cancerígeno, pero que es totalmente obviado en el etiquetado.
Donas.
Este
alimento, que es muy apetecido por el público en general, es una
bomba azucarada, que destruye nuestra producción de insulina
natural. Pero no solo eso, ya que está elaborada con harina
refinada, que incluye fluor y aceite hidrogenado. Para finalizar, son
freídas a altas temperaturas. Es uno de los peores alimentos que se
puedan consumir. He visto como muchas personas llevan a sus hijos
pequeños a consumir estos productos que bien podríamos catalogar
como basura.
Papas
fritas.
Las
papas fritas no necesitan mayor presentación. Son preparadas con
aceite hidrogenado, y luego cocinadas a altas temperaturas. Es sabido
que incluso algunas cadenas de comida rápida le agregan azúcar,
para darles mejor sabor.
Galletas.
Hay
galletas de muchos tipos. Algunas tienen crema, otras son
“horneadas”. Existen una gran variedad de sabores, pero tienen
algunas cosas en común. Tienen fluor, harina blanca y azúcar. No
olvidemos además el aceite hidrogenado. Si bien muchas dicen estar
libre de grasas transgénicas, hay que estar atento ya que por lo
general solo tienen la porción inferior a lo que indica la norma.
La
lista es interminable, pero lo mejor es evitar comer alimentos
procesados y cambiarlos por alimentos de origen animal o vegetal
frescos, de preferencia orgánicos.
Tu
salud te lo agradecerá.
Semana2
Los
seres vivos necesitan alimentarse, para incorporar los nutrientes que
les aportan energía, o para llevar a cabo los procesos para la
reparación de los tejidos, el crecimiento y la conservación de la
salud.
La
alimentación es el conjunto de actividades y procesos, por los
cuales ingerimos alimentos que nos aportan energía y sustancias
nutritivas necesarias, para el mantenimiento de la vida.
Todos
los seres vivos están formados por células que realizan todas las
funciones vitales. Las células forman tejidos y éstos forman a su
vez órganos, que constituirán los sistemas de los que depende el
funcionamiento del organismo.
El
proceso de la nutrición propiamente dicho tiene lugar en el interior
de las células, pues en ellas se desarrollan las reacciones químicas
que transforman las sustancias alimenticias, (nutrientes) en
sustancias del propio organismo, las degradan para obtener energía
de este proceso, y se eliminan los desechos resultantes de esa
degradación.
Como
sustancias alimenticias deben considerarse no sólo el agua y los
nutrientes contenidos en los alimentos propiamente dichos (sustancias
orgánicas y sales minerales), sino también gases como el oxígeno.
Los organismos también necesitan energía del medio circundante, que
puede ser luminosa (energía radiante como la del sol) o química
(energía interna de las sustancias, contenida en los enlaces entre
los átomos).
Nuestro
organismo necesita alimentos de 3 a 5 veces al día en la cantidad
exacta para producir los compuestos que requiere nuestro cuerpo.
Ahora
sabemos que diariamente necesitamos 114 nutrientes básicos
diferentes, que son 5 elementos nutritivos, 14 vitaminas, 6 complejo
B, 10 minerales, 60 oligoelementos y 19 aminoácidos. Con estos
nutrientes se producen 10,000 compuestos vitales que necesitamos
diariamente. Estos compuestos son; enzimas, factores, cofactores,
hormonas, transmisores, atp, etc.
Todos
estos compuestos no se forman de la nada, o de aire, o por medio de
palabras mágicas, no. El organismo toma esos 114 elementos básicos,
de los alimentos y los une unos con otros, los modifica, los
transforma y así obtiene los 10,000 compuestos que necesita
diariamente.
Si
falta uno solo de esos 114 nutrientes, es suficiente para que muchos
de esos 10,000 compuestos no se formen ese día y por lo tanto muchas
reacciones químicas vitales no se realicen. Algunos compuestos se
necesitan para iniciar alguna reacción, otros para que progrese y
otros para que se termine.
La
deficiencia o falta de uno o varios de estos 114 nutrientes básicos,
se reflejará finalmente como la insuficiencia o falta de alguna
hormona, alguna enzima, algún transmisor, alguna sustancia, etc.
La
falta de uno o varios compuestos afectará grandemente el
funcionamiento de otras células, otros órganos y finalmente de todo
el organismo.
a)
Producir Energía. Sin energía no puede funcionar ningún sistema,
una fábrica sin energía detiene su producción totalmente. La
energía que utilizamos la obtenemos de esos compuestos. Los
compuestos que nos producen energía forman parte de esos 10,000. Es
decir, si faltan compuestos también faltará energía.
b)
Reponer la energía perdida. Como todo el tiempo estamos gastando
energía tenemos que recuperar la energía perdida y eso solo se
logra reponiendo los compuestos que generan la energía.
2.
Producir Células.
Hacer
una nueva célula requiere de muchos compuestos, que se originan en
los 114 nutrientes básicos, es decir las células no se hacen de
"aire". Si faltan compuestos o nutrientes las células no
se pueden formar.
¿Por
qué necesitamos producir células?
a)
Reponer Células. Al desgastar nuestro organismo, perdemos
células, muchas se desprenden, otras se mueren y otras se destruyen.
Muchas células son aniquiladas por los radicales libres. Los
Antibióticos matan muchas células, no solo matan a las bacterias,
sino que también matan a las células que entran en contacto con
ellos. La menstruación en la mujer provoca una gran perdida de
células.
b)
Reparar tejidos. Todos los órganos al trabajar sufren un gran
desgaste. Todo ese desgaste debe ser reparado completamente en una
noche de sueño.
c)
Defender el organismo. Para matar bacterias, virus y parásitos
que nos invaden, el organismo debe producir células de defensa.
d)
Crecer. Para crecer en estatura y en volumen, necesitamos producir
células. La estatura de una persona depende mucho de su
alimentación.
e)
Reproducirnos. El óvulo y los espermas no son más que células
que necesitamos producir constantemente.
Así
pues, nuestro cuerpo está compuesto por trillones de células
vivientes que crecen, mueren y son remplazadas muchas veces durante
toda nuestra vida. Estas células necesitan de una buena
nutrición para realizar sus funciones metabólicas vitales –
crecimiento, reparación desintoxicación y reproducción.
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Los
nutriólogos son personas que se dedican a estudiar cómo están
formados los alimentos, para qué sirven y de qué manera los
aprovecha el cuerpo.
Como
existen tantos tipos de alimentos en la naturaleza, los han estudiado
para conocer qué contienen y de dónde se obtienen. Los han separado
en dos grupos que toman en cuenta de dónde provienen; de acuerdo con
esto, los alimentos pueden ser:
a)
Alimentos de origen vegetal: son todos aquellos que provienen de las
plantas, ya sea crudas o procesadas, como: frutas, verduras, harinas,
aceites, margarinas, panes, tortillas, cereales, etcétera.
b)
Alimentos de origen animal: son los que se obtienen de los animales,
como la carne de pollo, res o pescado; leche, crema, tocino,
mantequilla, salchichas, huevo, etcétera.
Los
nutriólogos han encontrado que los alimentos poseen cuatro tipos
principales de sustancias nutritivas a las que se llama nutrimentos.
Esas
sustancias son:
Azúcares
o carbohidratos: son compuestos que proporcionan energía al cuerpo.
Están presentes en alimentos de origen vegetal; por ejemplo:
cereales, que incluyen al arroz, trigo y maíz; tubérculos, como la
papa y el camote y en algunas frutas, como la manzana, la guayaba y
el plátano.
Proteínas:
son sustancias que permiten el crecimiento del organismo. La mayor
parte de éstas podemos encontrarlas en alimentos de origen animal;
como: carne de pollo, res o pescado, huevos, la leche y sus
derivados (queso, crema). También en plantas leguminosas (las que
desarrollan sus frutos en vainas), como frijol, lentejas y alubias.
Grasas:
estas sustancias, al igual que los azúcares, proporcionan energía
al cuerpo para que pueda realizar todas tus actividades. Existen
grasas de origen vegetal, como los aceites, cacahuates, aguacate,
nueces, etc., y de origen animal, como la leche, el queso, la
mantequilla, la manteca.
Vitaminas
y minerales: son complementos alimenticios que permiten aprovechar
los nutrimentos de la comida. Casi todos los alimentos tienen algún
tipo de vitamina y el agua aporta igualmente minerales.
Al
conocer el tipo de nutrimentos y las funciones que desempeñan, los
nutriólogos han desarrollado una clasificación para que cada
persona incluya en su dieta diaria alguno de los alimentos de cada
grupo:
Grupo
1. Cereales y tubérculos: brindan energía
Casi
todos los países basan su dieta en algún cereal, en México los que
más se consumen son el maíz, de donde se preparan las tortillas; el
trigo para el pan y el arroz, como un acompañamiento tradicional de
los guisos mexicanos.
De
igual manera, las papas se consumen frecuentemente y se preparan en
diversas formas.
Los
alimentos de este grupo aportan almidones, que se aprovechan para
obtener la energía necesaria para estudiar, correr, jugar y hasta
pensar. La energía proporciona la fuerza para poder hacer cualquier
actividad.
Grupo
2. Leguminosas y alimentos de origen animal: proporcionan proteínas
y grasas
Los
frijoles son, junto con el maíz, otro alimento de gran consumo en
México; existen muchas variedades de frijol y diversas formas de
prepararlos.
En
esta categoría se encuentran también las carnes de todo tipo, así
como los productos lácteos, que son los que se elaboran a partir de
la leche, como el queso, la crema, la mantequilla, etcétera.
Este
grupo es el más importante porque gracias a las proteínas, el
cuerpo puede crecer. Las proteínas forman parte de la piel, los
huesos y todos los tejidos y órganos del cuerpo.
Para
crecer sano y fuerte, se deben consumir alimentos ricos en proteínas.
Otro
nutrimento de este grupo son las grasas que junto con los azúcares
proporcionan energía; las personas no deben consumir demasiadas
grasas porque eso daña al organismo.
Grupo
3. Frutas y verduras: complementan los grupos anteriores y además
brindan vitaminas y minerales. Este
grupo es muy diverso. Se encuentran en él todas las frutas y
verduras, desde los populares jitomates y limones, hasta otras menos
conocidas como la chaya y el kiwi.
Consumir
alimentos de este grupo es importante porque además de contener
azúcar, y por tanto ser energéticos, proporcionan fibra que ayuda a
eliminar los desechos del organismo en la última fase de la
digestión.
Importancia
de las vitaminas
Las
vitaminas son complementos alimenticios que ayudan al organismo para
que trabaje adecuadamente.
Las
principales vitaminas y sus funciones son:
Vitamina A: se encuentra en el
pescado, la leche y sus derivados, y el huevo; ayuda a ver mejor en
la noche y tener la piel sana y humectada.
Vitamina B: se obtiene al tomar leche,
cereales y huevo; ayuda al funcionamiento general de las células,
principalmente las nerviosas; también ayuda a dormir mejor.
Vitamina C: se encuentra en el limón,
la naranja, las partes verdes de las plantas (acelga, espinaca,
pimiento verde).
El
cuerpo la necesita para reparar los tejidos dañados y para el buen
funcionamiento de los vasos sanguíneos, para que no sangre la nariz
o las encías frecuentemente.
Vitamina D: se obtiene del huevo, la
mantequilla y el hígado; también se forma al asolearse. Es muy
importante porque ayuda al crecimiento y fortalecimiento de los
huesos y los dientes.
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Para
fines de orientación alimentaria se identifican tres grupos de
alimentos, los tres igualmente importantes y necesarios para lograr
una buena alimentación:
1.
Verduras y Frutas
2.
Cereales y tubérculos
3.
Leguminosas y alimentos de origen animal
Verduras
y Frutas
Son
la única fuente de vitamina C en la dieta, además aportan otras
vitaminas como ácido fólico, carotenos, vitamina K y minerales como
el potasio y el hierro entre otros. Es importante recordar su aporte
de fibra dietética, sobretodo cuando se comen crudas y con cáscara.
Ejemplos de verduras: acelgas, verdolagas, quelites, espinacas, flor
de calabaza, nopales, brocoli, coliflor, calabaza, chayote,
alcachofa, chícharos, tomate, jitomate, hongos, ejotes, chile
poblano, zanahorias, aguacate, pepino, lechuga, entre otras.Ejemplos
de frutas: Guayaba, melón, papaya, sandía, toronja, lima, limón,
naranja, mandarina, zapote, plátano, ciruela, higo, mango, mamey,
chicozapote, uvas, entre otras.
Cereales
y tubérculos
Este
grupo aporta la mayor parte de la energía que se necesita
diariamente, así como una importante cantidad de vitaminas. La
recomendación de consumir los cereales integrales es con el fin de
obtener mayor cantidad de vitaminas, así como de ser una fuente
importante de fibra dietética, la cual ayuda a normalizar las
evacuaciones y a dar volumen a la dieta.
Ejemplos
de cereales: maíz, trigo, avena, arroz, amaranto, centeno, cebada y
sus productos derivados como la tortilla, el pan, las pastas.
Ejemplos de tubérculos: papa, camote, yuca.
Leguminosas
y alimentos de origen animal.
Este
grupo aporta proteínas que son indispensables para el crecimiento,
así como minerales como el hierro, el calcio, el zinc, entre otros,
y varias vitaminas como la vitamina A y varias del complejo B.
Ejemplos de leguminosas: frijol, lentejas, habas, garbanzo, alubias y
soya. Ejemplos de alimentos de origen animal: leche, queso, yogurt,
huevo, pescado, mariscos, pollo, res, cerdo, etc.
Recomendaciones
para tener una buena alimentación.
*
Incluye, al menos, un alimento de cada grupo (1.Verduras y Frutas
2.Cereales y tubérculos 3. Leguminosas y alimentos de origen animal)
en cada una de las comidas del día.
*
Come la mayor variedad posible de alimentos.
*
Muchas verduras y frutas, en lo posible crudas y con cáscara (por su
mayor contenido de vitaminas y fibra), prefiere las de temporada que
son más baratas y de mejor calidad. El consumirlas crudas preserva
mejor las vitaminas, sobretodo la C, y el consumirlas con cáscara
promueve un mayor consumo de fibra.
*
Suficientes cereales (tortilla, pan integral, pastas integrales,
arroz integral o avena), combinados con leguminosas (frijoles,
lentejas, habas o garbanzo). Los cereales son la mayor fuente de
energía de la dieta y si son integrales contienen fibra dietética.
Al combinar los cereales con las leguminosas se mejora la calidad de
la proteína vegetal.
*
Pocos alimentos de origen animal elige las carnes magras (sin grasa)
de cerdo, borrego, cabrito o res, prefiere el pescado o el pollo sin
piel. Consume leche descremada. Evitarás así el consumo excesivo
de grasas saturadas y colesterol. Y al preferir el pescado se
promueve el consumo de ácidos grasos omega 3.
*
Come de acuerdo a tus necesidades y condiciones. Ni de más, ni de
menos, con esto evitarás la obesidad o la desnutrición.
*
Consume lo menos posible de grasas, aceites, azúcar y sal.
*
Prefiere los aceites prensados, de oliva o de coco, la manteca, la
mantequilla natural. Los aceites contienen ácidos grasos
esenciales, mientras que los otros productos contienen más grasas
saturadas y ácidos grasos trans.
*
Cocina con poca sal, endulza con poca azúcar; no las pongas en la
mesa y modera el consumo de los productos que los contengan en
exceso. Evitar la obesidad con el consumo excesivo de grasas y
azúcares. Así como la hipertensión por un aumento en el consumo de
sal.
*
Bebe agua pura en abundancia. La recomendación para el adolescente y
el adulto es beber alrededor de 2 litros de agua al día. Evitando
consumir refrescos.
*
Procura la máxima higiene al almacenar, preparar y consumir los
alimentos:
*
Lava y desinfecta las verduras y frutas que se comen crudas.
*
Lávate las manos con agua y jabón antes de comer y después de ir
al baño o de cambiar pañales.
*
Los pescados, mariscos, pollo, carnes deben consumirse bien cocidos.
Como
parte importante para tu salud:
*
Acumula 30 minutos de actividad física al día:
Inicia por períodos de 5 ó 10
minutos e incrementa poco a poco el tiempo. Procura que se acelera tu
corazón, tu respiración se haga más rápida pero que puedas hablar
sin sofocarte.
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La
mala alimentación es el estado o condición dietética causado por
una insuficiencia o exceso de uno o más nutrientes en la dieta.
La
ingestión inadecuada de alimentos en cantidad o calidad, ocasionan
una mala nutrición que puede ser por falta o por consumo excesivo de
algunos tipos de alimentos.
El
consumo de alimentos procesados, desnaturalizados, productos altos en
grasa animal y el bajo consumo de alimentos agrícolas ricos en
nutrientes, es una mala alimentación que tendrá como consecuencia
enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2, la
obesidad, trastornos en la piel, la depresión, cálculos renales.,
estrés, etc. Que podrán presentarse a corto mediano o largo plazo.
En
la actualidad en la mayoría de la población es palpable el
desarrollo de una serie de malos hábitos alimenticios: como el
aumento en el consumo de comida chatarra y procesada, mientras que la
comida casera y los alimentos de origen natural parecen estar siendo
erradicados de nuestras mesas. Al parecer, las nuevas generaciones no
están al tanto de estas opciones alimenticias, que podrían
ayudarles a lograr un mejor desempeño, tanto en la escuela, el
trabajo, así como en su vida diaria.
Nuestra
alimentación tiene excesos de grasa saturada , sal yodada ,
productos refinados como azúcar y harinas. Productos procesados y
enlatados con conservadores y preservantes; contaminantes como
fertilizantes, pesticidas; medicinas o drogas como antibióticos,
hormonas, estimulantes como café, la nicotina y el alcohol.
Por
otra parte hay que reconocer que la comida de hoy en día, no es lo
que era antes. Debido a las dificultades logísticas para alimentar a
la gran población mundial, han debido encontrarse atajos para
producir, procesar, conservar, transportar y distribuir los
alimentos. Todo esto reduciendo o alterando en gran medida el
potencial nutritivo de la comida que actualmente ingerimos.
Además la popularidad que está adquiriendo la comida rápida cuyo contenido nutricional es prácticamente nulo y cargado de azúcar, grasa y sal, hace que el daño a la salud de la población a largo plazo sea exponencial. Estamos sobrealimentados pero mal nutridos, siendo esta la razón principal del aumento en las tasas de enfermedades cardiovasculares, algunas formas de cáncer, diabetes y embolias.
Además la popularidad que está adquiriendo la comida rápida cuyo contenido nutricional es prácticamente nulo y cargado de azúcar, grasa y sal, hace que el daño a la salud de la población a largo plazo sea exponencial. Estamos sobrealimentados pero mal nutridos, siendo esta la razón principal del aumento en las tasas de enfermedades cardiovasculares, algunas formas de cáncer, diabetes y embolias.
La comida
basura o comida chatarra contiene, por lo general,
altos niveles de grasas, sal yodada, condimentos
o azúcares y numerosos aditivos alimentarios,
como el glutamato monosódico para estimular su sabor o
la tartracina parra darles color.
Potencialmente todos los alimentos son perjudiciales para la salud si se abusa de su consumo, pero los que se consideran comida basura lo hacen en mayor medida por necesitarse menores cantidades para producir efectos adversos, o por consumirse en mayores cantidades, dada su facilidad de consumo o el prestigio social de consumirlos.
Potencialmente todos los alimentos son perjudiciales para la salud si se abusa de su consumo, pero los que se consideran comida basura lo hacen en mayor medida por necesitarse menores cantidades para producir efectos adversos, o por consumirse en mayores cantidades, dada su facilidad de consumo o el prestigio social de consumirlos.
La
mala alimentación produce problemas de sobre peso y obesidad en la
población pero sobre todos en los niños y jóvenes. Ya que se
complacen al consumir alimentos que solamente llenan pero no nutren.
El sabor es el único beneficio que les satisface y ese sabor casi
siempre está ligado con el exceso de alguna sustancia que a la larga
es dañina para el cuerpo y que acarreará enfermedades. Si sólo nos
alimentamos de hamburguesas, pizzas, hot dog o papas fritas nuestra
salud será deficiente. De vez en cuando no hace daño; pero el
núcleo de nuestra alimentación debe de ser balanceada.
Siempre
hemos escuchado que somos lo que comemos, y es que es una afirmación
totalmente cierta, puesto que los alimentos determinarán muchos
aspectos de nuestra salud.
La
comida debe tener su lugar, su hora, y su control. Los grandes
responsables del sobrepeso de un niño son sus padres,
aquellos que determinan lo que se consume en la casa. Normalmente,
sea por los errores, obsesiones, por el desconocimiento o la
ignorancia de sus padres, los niños consumen más cantidad de
alimentos de la que necesitan, y su alimentación es muy rica en
grasas, azúcares, presentes en grandes cantidades de carne, en
alimentos procesados, en los dulces y galletas. Son niños que no
consumen verduras, legumbres, frutas, ni pescado. A eso también se
suma a que muchos niños ignoran y acaben saliendo de casa sin
desayunar.
La
mala alimentación es también el consumo excesivo de algunos grupos
de alimentos que traen consecuencias dañinas. El exceso en el
consumo de calorías puede llevar a la obesidad,.
Una
persona corre riesgo de malnutrición si la cantidad de
energía y/o nutrientes de la dieta no satisface sus necesidades
nutricionales.
Lo
fundamental en todos los tipos de alimentación es aprender a
escuchar nuestro cuerpo, prestar atención a los signos de nuestro
cuerpo, a los sentimientos que llegan a nuestra mente y que nos dicen
no solamente cuanto y cuando tenemos que comer, sino cuales son los
alimentos que nuestro organismo requiere.
Cuando
nos referimos a una alimentación correcta queremos decir equilibrada
en la que dotemos al organismo de todos los nutrientes que necesita
para funcionar correctamente, y es que la alimentación ocupa el
lugar más importante en nuestra salud, pues de ella depende el
funcionamiento de nuestro cuerpo.
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Los
beneficios de una buena alimentación son múltiples. Además de
ayudar a mantener un peso saludable, se logra una buena nutrición
que es esencial para que el cuerpo y todos sus sistemas funcionen de
manera óptima. De hecho, los beneficios de una buena nutrición
también se reflejan en la salud física y mental debido a que una
dieta saludable proporciona la energía, promueve el buen dormir, y
le da al cuerpo lo que necesita para mantenerse sano. Al considerar
los beneficios de una buena nutrición, es más fácil comer de
manera saludable.
Siempre
ha existido la falsa idea de que alimentarse correctamente
consumiendo comida sana y evitando la comida chatarra es un martirio
o una tortura, las personas piensan que toda la comida sana tiene un
sabor desagradable o que simplemente no tiene sabor, pero esta idea
es errónea.
A
la hora de consumir alimentos, es necesario tomar en cuenta cuáles
son los beneficios y perjuicios que cada tipo de comida te ofrece, y
en base a eso elegir cuál es la que te conviene más.
Es
cierto que la comida rápida tiene un sabor muy agradable, además de
que es muy fácil de adquirir, pero también existen alternativas
saludables que además de brindarte todos los beneficios de una
comida sana, son muy deliciosas.
¿Cuáles
son los beneficios que te brinda una comida sana?
1.
La comida sana te ayuda a ser una persona más saludable. Una
alimentación saludable, a base de comida sana, te ayuda a mantener
tu sistema inmune, por lo que estarás evitando gripes, resfriados o
cualquier otra enfermedad viral que pueda afectar tu cuerpo. Cuando
tu sistema inmune actúa de una manera correcta, es capaz de luchar
con todo tipo de virus que pueda enfermarte, por lo que, al consumir
comida sana, te mantienes saludable.
2.
La comida sana te brinda una mejor calidad de vida. Es común que
la comida rápida te genere malestares estomacales, y en ocasiones es
posible que te de alguna infección, ya que las condiciones en las
que se prepara esta comida suelen ser insalubres. Al comer solo
comida sana, puedes tener la seguridad de que lo que te estás
comiendo es saludable y no pasarás la mayor parte de tu día
sintiéndote mal.
3.
La comida sana te da energía. Es común que las personas crean
que el azúcar es la máxima fuente de energía que puede existir,
esto no es del todo cierto, ya que la energía que el azúcar te
brinda es de muy corta duración, además de que puede generarte
problemas si se consume en exceso. Los alimentos ricos en proteína,
tales como el huevo o la carne, pueden darte mucha energía.
4.
La comida sana te ayuda a vivir más años. ¿A quién no le
gustaría tener una vida larga y duradera? Todo el mundo quiere vivir
por muchos años para poder disfrutar de lo mejor, sin tener que
estar atado a una cama o a una silla de ruedas. Para poder obtener
esta longevidad, es necesario mantenerse saludable, y para que esto
pueda lograrse, es necesario tener una buena alimentación a base de
comida sana bien balanceada.
5.
La comida sana te ayuda a no subir de peso. Una de las mayores
preocupaciones de la gente hoy en día, es mantener un cuerpo delgado
y saludable, al llevar una dieta balanceada con comida sana
garantizas que tu cuerpo tiene todo lo que necesita para mantener un
peso ideal.
Si
tomas en cuenta los beneficios que la comida sana tiene para ti, ten
por seguro que el sabor y todos esos prejuicios los dejarás en
segundo término, por lo que te será mucho más fácil cambiar tu
régimen alimenticio.
Cuidar
nuestra alimentación, practicar de forma regular deporte y disponer
de tiempo libre para uno mismo son algunos de los propósitos que
debemos plantearnos, para mejorar nuestra calidad de vida, que
depende del cuidado de nuestra salud.
En
Resumen con una buena alimentación logramos:
* Reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades a largo plazo
* Reducir el riesgo de problemas cardíacos
* Mejorar el sistema inmunológico
* Mantener nuestro peso dentro de rangos aceptables
* Estar en mejores condiciones físicas y más activos
* Prevenir el desarrollo de ciertos tipos de cáncer
* Controlar los niveles de azúcar en la sangre
* Normalizar la presión sanguínea
* Aumentar la esperanza de vida
* Reducir el riesgo de padecer diabetes.
* Reducir el riesgo de padecer problemas de la piel, uñas y cabello.
* Evitar problemas del tracto digestivo como gastritis, estreñimiento, diarreas, enfermedad celiaca, intolerancias, hernia hiatal etc.
* Reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades a largo plazo
* Reducir el riesgo de problemas cardíacos
* Mejorar el sistema inmunológico
* Mantener nuestro peso dentro de rangos aceptables
* Estar en mejores condiciones físicas y más activos
* Prevenir el desarrollo de ciertos tipos de cáncer
* Controlar los niveles de azúcar en la sangre
* Normalizar la presión sanguínea
* Aumentar la esperanza de vida
* Reducir el riesgo de padecer diabetes.
* Reducir el riesgo de padecer problemas de la piel, uñas y cabello.
* Evitar problemas del tracto digestivo como gastritis, estreñimiento, diarreas, enfermedad celiaca, intolerancias, hernia hiatal etc.
*
Tener un correcto crecimiento de células, tejidos y órganos del
cuerpo.
*
Mantener el correcto funcionamiento del sistema endocrino.
* Evitar padecer anemias.
* Evitar padecer anemias.
*
Obtener la energía necesaria para el correcto funcionamientote
todos los órganos nuestro cuerpo.
Y
un sinnúmero de beneficios más. Por lo tanto una buena
alimentación es sinónimo de buena salud.
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El
desarrollo ha traído como consecuencia un cambio de hábitos en lo
que respecta a la alimentación. Estos cambios se han relacionado con
la aparición de un gran número de enfermedades y su incremento de
casos. El hombre dejó de comer fibras y comenzó a comer azúcar y
harinas refinadas, empezó a incorporar altas dosis de hidratos de
carbono simples de escaso valor nutritivo y alto poder glucogénico,
precipitando incrementos desmesurados de glucosa en la sangre y
depósitos de glucógeno y colesterol en diferentes partes del
cuerpo, no todas ellas aptas como reserva energética.
Lo
cierto es que de un número bajo de enfermedades cardiovasculares, se
ha pasado a un elevado número que ubica al fenómeno entre las
principales causas de muerte en los países desarrollados, detrás de
los accidentes de tránsito y muy cerca con el cáncer en general.
Se
afirma que la mitad de la población padece sobrepeso y esto es
precisamente un defecto que se comparte con todo el mundo civilizado
y que se viene expandiendo de manera alarmante pero silenciosa,
debido fundamentalmente a los progresivos cambios que se vienen
generando en las costumbres alimentarías. El factor hereditario con
que se quiere minimizar y desplazar el problema hacia otro plano más
complicado de estudio no puede explicar la altísima incidencia de la
obesidad.
Hay
dolencias que podrían evitarse con una buena alimentación y que no
son menores: ciertos tipos de cáncer, enfermedades producidas por
obstrucciones arteriales, algunas formas de diabetes, hemorroides,
divertículos intestinales, hipertensión arterial, y muchas otras.
Si
no cambiamos la alimentación, cualquier predisposición a alguna
enfermedad, que hayamos heredado va a hacer su aparición
inexorablemente con el paso del tiempo.
Si
usted heredó la predisposición a ser diabético (padres, abuelos o
tíos diabéticos) pero se alimenta correctamente, tiene una alta
probabilidad de controlar la aparición clínica de la enfermedad, la
cuál puede incluso no llegar a manifestarse clínicamente.
En
el peor de los casos, cuando ello ocurra podrá controlarla sin
sufrimientos.
De
igual forma que una vacuna nos protege contra determinadas
enfermedades específicas, la buena comida nos protege de una amplia
gama de enfermedades que por sí mismas causan la muerte temprana,
pero que además producen desmejoramiento progresivo de nuestra
calidad de vida y numerosas formas de discapacidad.
No
es fácil de entender para quien está sano y degusta diariamente el
café con leche entera, con biscochos, pan blanco, mantequilla y
mermelada; come empanadas, tortas de jamón y queso, pasteles, carne
en diferentes formas y especialmente asados con alto contenido de
grasa, postres y dulce de leche o cajetas, y refrescos; no es fácil
para esa gente comprender que con el tiempo su organismo se
debilitará y dará paso a una vejez prematura con pocas
posibilidades de mejorar la calidad de vida. Lamentablemente la
revolución industrial, que ha tenido muchas cosas positivas, también
ha provocado una respuesta psicológica que acompañó al cambio del
hábito alimentario de la población. El alimento pasó de ser el
elemento de sustento energético de nuestras funciones vitales, para
convertirse en un “elemento de gratificación personal social y
familiar”.
Los
daños que provoca una mala alimentación, a veces no se ven a simple
vista pero tienen repercusión cuando lleguen a la vida adulta o a la
vejez donde puede aparecer algún síntoma de alguna de las
mencionadas enfermedades. Desgraciadamente en la actualidad la
obesidad infantil esta haciendo aparecer prematuramente muchas
enfermedades. La educación sobre la alimentación es la mejor
herramienta para combatir a la mala alimentación.
Hoy
en día no todos somos conscientes de lo que una mala alimentación
puede llegar a perjudicar a nuestra salud. Esta mala alimentación se
lleva a cabo cuando en nuestro organismo hay un aporte insuficiente o
incluso excesivo de algunos nutrientes. Y como consecuencia de ello,
las personas podemos sufrir una serie de enfermedades o trastornos
que nos pueden perjudicar seriamente si no se tomamos medidas
adecuadas, como podría ser modificando la dieta para comer de forma
mas saludable. Pero no en todos los casos estas consecuencias son
reversibles, ya que en los niños la alimentación es de suma
importancia, y si no se realiza de forma correcta desde el embarazo,
estos pueden sufrir problemas en el crecimiento que son
irreversibles.
La
mala alimentación puede ser tomada desde múltiples puntos de vista.
No sólo basta considerar las innegables malas consecuencias de comer
comida chatarra, sino también el hecho de comer poco y mal, comer a
deshoras o tras largos períodos sin haber probado bocado. Además,
si no tenemos una dieta balanceada y equilibrada, que contemple todas
nuestras necesidades de nutrientes, vitaminas y fibras, entonces
también estamos hablando de una mala alimentación.
Claro
que aún no terminamos de comprender los riesgos y la importancia de
este tema y seguimos con nuestros malos hábitos alimenticios. Por
ello, veremos cuáles son las enfermedades por mala alimentación y
la importancia de mantener un vida sana, ya que las consecuencias de
una mala dieta se pueden prevenir.
En
Resumen las consecuencias de una mala alimentación son entre otras:
Diabetes,
tipo 1 y 2, diversos tipos de cáncer, enfermedades
cardiovasculares, osteoporosis, gota, colesterol alto, ácido úrico,
depresión, bulimia, anorexia, obesidad, etc. Todas estas y otras
enfermedades se relacionan directamente con nuestra dieta.
¿Te
has dado cuenta de que fácil sería prevenirlas si consiguieses
nutrirte adecuadamente cada vez que comes? Es algo que está bajo tu
control. Cada vez que vayas a comer presta atención a si ese
alimento te beneficia o te perjudica.
¡Tu
salud te lo agradecerá!
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Lo
que se come en casa es responsabilidad de los padres, ya que
solamente ellos son los deciden los alimentos que se adquieren para
la casa, así como su modo de preparación, cantidad y horarios de
consumo.
Los
hábitos alimenticios se aprenden desde el hogar. Una mesa donde se
sirvan los alimentos en su justa proporción, será un buen ejemplo
que con seguridad será repetido por los niños a mediano y largo
plazo. Si por el contrario, los progenitores comen frecuentemente en
cadenas de comida rápida y tienen malos hábitos alimenticios,
transmitirán el modelo a sus retoños. Si los padres comen de forma
saludable, los hijos también lo harán, las costumbres de los padres
condicionan en gran medida las de sus hijos.
Es
importante entender que para que los niños elijan alimentos
saludables, tienen primero que haberlos comido en casa.
Cuando
se come fuera de casa, el menú es mucho más extenso y ofrece platos
de todo tipo, incluyendo raciones extra de fritos, rebozados y
grasas. Con tantas tentaciones, a veces es complicado elegir y,
cuando llega el postre, las calorías ingeridas ya superan con creces
las que se toman habitualmente en la casa. En el caso de niños y
adolescentes, caer en este descontrol es aún más fácil.
La
importancia de lo anterior deriva del hecho de que comer fuera
demasiadas veces es origen de un exceso de calorías. Y, lo que es
peor, causa de ingerir alimentos muy poco saludables. Por si lo
anterior no bastara, comer fuera es una fuente inagotable de
incumplimientos de dietas y propósitos, de frustraciones y fracasos
a la hora de adquirir buenas costumbres en el ámbito de la
alimentación.
Otra
conclusión importante es que, además de cuantitativa, la imitación
es también cualitativa en lo referente al tipo de establecimientos
que se frecuentan y la calidad nutricional de los menús que en ellos
se solicitan. Por ello, les recomendamos a los padres que, cuando
coman fuera con sus hijos, pidan menús mesurados y saludables e
intenten evitar los restaurantes de comida rápida.
Por
lo que respecta a la escuela, por lo general las tiendas escolares
venden solo golosinas y comida chatarra, sin ninguna alternativa
saludable para los niños. A estos tampoco se les enseña a elegir
con mejor criterio sus alimentos ni a fijarse en las etiquetas de los
productos que compran. Es una pena, pues esta debería ser labor
tanto de los padres como de los maestros. No se trata de asustar a
los niños, pero sí hay que irlos formando para que se conviertan en
consumidores más racionales e informados. La comida chatarra y el
exceso de golosinas son malos para la salud y además, afectan
negativamente el aprendizaje.
No
es de extrañar que los padres necesiten ayuda para alimentarse ellos
y sus hijos de forma saludable. La buena noticia es que usted no
necesita graduarse en nutrición para criar hijos sanos. Siguiendo
algunas recomendaciones básicas, usted puede crear un entorno
doméstico que fomente la alimentación saludable.
He
aquí las recomendaciones:
Los
padres son quienes controlan las líneas de abastecimiento. Son
ustedes quienes deciden qué alimentos se compran en su casa y cuándo
se sirven. Aunque es de esperar que los niños insistan a sus padres
para que les dejen comer alimentos menos nutritivos, son los adultos
quienes deciden qué alimentos entran en casa. Los niños no se
quedarán con hambre porque en su casa no hay lo que más les apetece
comer. Comerán lo que haya en la alacena y el refrigerador. Si la
golosina favorita de su hijo no tiene nada de nutritivo, aún y todo,
usted puede comprársela de vez en cuando para que no se atiborre de
ese alimento en cuanto caiga en sus manos.
De
la selección de alimentos que ofrezca a su hijo, déjele elegir lo
que quiera comer y la cantidad que quiera comer. Tal vez le parezca
que esto es darle demasiada libertad. Pero, si usted sigue la primera
recomendación de esta lista, su hijo solamente podrá elegir entre
los alimentos saludables que usted ha decidido comprar y preparar.
Olvídese
de la máxima de "dejar el plato limpio". Permita que su
hijo acabe de comer cuando sacie su apetito. Muchas de las personas
que ahora son padres se educaron con la máxima del plato limpio,
pero este enfoque no ayuda a los niños a escuchar a su cuerpo para
saber cuándo han comido suficiente. Si un niño aprende a reconocer
la sensación de saciedad y a reaccionar en consonancia, es menos
probable que coma más de lo que debería.
Empiece
pronto. Las preferencias alimentarias se adquieren muy pronto en la
vida, de modo que empiece pronto a ofrecerle a su hijo un amplio
abanico de alimentos. Los gustos y los desagrados relacionados con la
alimentación se empiezan a desarrollar durante la lactancia. Así
mismo, es posible que necesite darle a probar un alimento nuevo a su
hijo en varias ocasiones antes de que lo acepte. No le fuerce a
comer, limítese a ofrecerle unos pocos bocados del alimento que
desea introducir en su dieta.
Las
calorías de las bebidas también cuentan. Los refrescos con gas y
otras bebidas edulcoradas suman calorías y se interponen en el
camino de la alimentación saludable, evite darlas a sus hijos. El
agua y la leche son las mejores bebidas para los niños, el jugo de
frutas o verduras es muy recomendable.
Ponga
los dulces en su sitio. Está bien tomar dulces de vez en cuando,
pero no convierta el postre en el plato más deseado de las comidas.
Cuando el postre se convierte en el premio por haberse comido bien la
cena, es normal que los niños den más valor al pastelito que al
brócoli. Intente mantener una actitud neutra hacia los alimentos.
No
confunda la comida con el cariño Encuentre formas mejores de decir
"Te quiero". Cuando se utiliza la comida para recompensar a
los niños y/o para mostrarles afecto, los niños pueden empezar a
utilizarla como mecanismo para afrontar el estrés u otras emociones
negativas. En vez de recompensar a su hijo con sus manjares
preferidos, abrácelo, elógielo y préstele atención.
Los
niños hacen los que hacen sus padres. Sea un buen ejemplo para su
hijo comiendo de forma saludable. La mejor forma de enseñar buenos
hábitos alimentarios a su hijo es comiendo bien, coma en la mesa y
no se salte comidas.
Limite
el tiempo de televisión. Ipod, tablet o celular, de este modo,
evitará que su hijo permanezca inactivo mientras está delante de
una pantalla y fomentará en él la actividad física. Las
investigaciones han demostrado que los niños que reducen las horas
de televisión también reducen su porcentaje de grasa corporal.
Cuando se les limita el tiempo de televisión y otros aparatos
electrónicos, los niños encuentran formas más activas de pasar el
tiempo. Y, si la familia al completo limita el tiempo que pasan
delante de cualquier tipo de pantalla, tendrán más tiempo para
estar activos juntos.
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En
realidad, la comida chatarra no está hecha con chatarra. El término
“comida chatarra” se usa para describir los alimentos con poca
cantidad de los nutrientes que el cuerpo necesita y con un alto
contenido de grasa, azúcar y sal, elementos que el cuerpo puede
obtener en exceso con mucha facilidad. Toda las frituras, las
golosinas y las bebidas con gas suelen considerarse comida chatarra.
Debido a sus componentes, la comida chatarra genera un efecto
particular en quien la consume, se incrementa su apetito y aumenta la
sed. Esto sin que la comida aporte sustancias nutritivas o
saludables, por el contrario, las grasas y el resto de los
ingredientes de la comida chatarra, pueden provocar trastornos en la
salud (como el desarrollo de obesidad).
La
comida chatarra también se asocia a la facilidad de elaboración
(por eso se habla de comida rápida), al bajo precio (suele ser
barata) y al ocio (los adolescentes se reúnen en restaurantes de
comida rápida).
Estas
características o señas de identidad son las que han propiciado que
en todo el mundo en la actualidad, dicho tipo de comida se haya
convertido en la opción de muchas personas para alimentarse a
diario. Y es que el que tengan poca capacidad económica, o el hecho
de que posean trabajos estresantes, donde apenas gozan de tiempo para
comer, les lleva a optar por comida rápida y barata. Las
hamburguesas, las papas fritas y las gaseosas o refrescos de gran
tamaño, suelen ser el menú típico de las cadenas de comida
chatarra.
En
estos tiempos la mayoría de las personas, no sólo los niños, se
está acostumbrando al consumo de comida chatarra, en ocasiones
porque papá y mamá trabajan y las hamburguesas, salchichas y otras
comidas parecidas a éstas son rápidas y fáciles, sacan del apuro
en un momento de hambre, pero no se dan cuenta lo perjudiciales que
son para la salud.
El
consumo de la comida chatarra produce obesidad a grandes y pequeños
y lo más terrible, vuelve menos inteligentes a los niños, una dieta
basada en nachos, papas fritas de bolsa, galletas y pizzas en niños
menores de tres años provoca daños en el cerebro hasta el punto de
provocar la disminución del coeficiente intelectual.
Las
papas fritas, la pizza, las hamburguesas, los nachos, los dulces,
las gaseosas y otros tantos menús que nos encantan, pertenecen al
grupo de la comida chatarra. Pero ¿qué es la comida chatarra? Hemos
escuchado esa expresión en miles de oportunidades, aunque no todos
sabemos qué significa. La expresión "comida chatarra" fue
creada por Michael Jacobson, el director del Centro para la Ciencia
en el interés público, en 1972 y designa así, a todos aquellos
alimentos que no poseen valor nutricional, es decir, que no nos
aportan nutrientes. Lo único que nos suman son muchas calorías,
sal, azúcar y grasas para el organismo, por eso es que la comida
chatarra es muy poco saludable. Si nuestra alimentación se basa en
el consumo excesivo de este tipo de comidas, los resultados pueden
ser realmente peligrosos, podremos desarrollar obesidad, colesterol
alto y deficiencias cardíacas, entre otras enfermedades. Sin
embargo, a pesar de que sabemos qué es la comida chatarra, y las
consecuencias negativas que tiene para con nuestra salud, nos resulta
difícil no caer en la tentación de probar alguna de ellas. Esto
pasa porque la comida chatarra nos conquista por dos motivos. En
primer lugar, porque son alimentos muy sabrosos y hasta adictivos.
¿Quién puede negarse a un plato de papas fritas? ¿O una pizza? En
segundo lugar, porque son muy fáciles de preparar o conseguir a
través de tanta oferta, y la enorme cantidad de publicidad que con
respecto a los alimentos para niños suelen invadir el mercado
televisivo y radial, apuntando a captar la mayor cantidad de niños
que se encuentren frente al televisor, radio o computador. Estos
alimentos muchas veces no suelen ser tales, ya que pueden estar
fabricados con productos que quizás no sean del todo buenos para su
crecimiento. Jugos en polvo, dulces, golosinas, meriendas y demás,
que más allá de ser deliciosas y de que los niños las quieran en
todo momento, deben ser suministrados a éstos con total moderación,
dado que no son el alimento adecuado para su crecimiento. Esto puede
afectar en su salud, dado que no contribuyen en nada para una dieta
balanceada y cuidada como debe de ser
Ellos
siempre van a querer que sus padres le compren todo lo que ven por la
televisión, van a querer llevar a la escuela los alimentos "de
onda" y van a hacer lo imposible por que esto sea así. De lo
contrario, muchas veces se encaprichan. Es por esto que es bueno que
entiendan, que sólo en ocasiones especiales éste será su desayuno
muy pocas veces.
Acostumbrándolos
a la comida sana, a tomarse el tiempo debido para alimentarse, entre
otros hábitos saludables.
Sí,
lamentablemente lo rico es lo que más engorda y hace mal. Pero por
nuestra salud debemos consumir lo menos posible de comida chatarra y
aumentar nuestro consumo de frutas y verduras, que son sanas y
deliciosas al mismo tiempo.
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Actualmente,
una de las preocupaciones principales en materia de salud pública,
se refiere a la elección de los alimentos, ya que éstos, pueden
llevar al padecimiento y a la acentuación de las enfermedades
crónicas no transmisibles, como son la hipercolesterolemia, la
diabetes y la hipertensión arterial.
En
base a esto, comprender mejor los factores que determinan la elección
de los productos alimenticios, resulta primordial para llegar a
cambiar la cultura alimentaria de la población. Se trata, en cierta
medida, de saber por qué comemos lo que comemos.
La
elección de los alimentos, como cualquier comportamiento humano
complejo, está influida por muchos factores interrelacionados. Lo
que nos lleva a comer o dejar de comer, es sin duda, el hambre y la
saciedad, pero lo que seleccionamos para comer, no está determinado
sólo por las necesidades nutricionales o fisiológicas. Algunos
otros factores que condicionan nuestra elección son las propiedades
organolépticas de los alimentos como son el sabor, el olor o el
aspecto, y los factores, emocionales y sociales.
Actitud
hacia los alimentos.
En
una encuesta sobre actitudes del consumidor hacia los alimentos, la
nutrición y la salud, se descubrió que las cinco influencias
principales en la elección de alimentos son "calidad/frescura"
(74%), "precio" (43%), "sabor" (38%), "intención
de comer sano" (32%) y "lo que a mi familia quiere comer"
(29%).
Las
mujeres, las personas mayores y aquéllos con mayor nivel educativo
consideran que los aspectos relacionados a la salud revisten especial
importancia para elegir los alimentos.
¿Qué
comemos?
No
hace tantos años, una de las primeras preguntas que te hacía un
médico era qué habías comido. Lo primero que deberíamos hacer es
averiguar qué comemos, dedicando un par de semanas a anotar y
observar cada alimento que ingerimos, las cantidades, si lo hacemos
rápido, la calidad de éstos, el tiempo que hemos dedicado a comer,
si lo hacemos de pie o sentados, corriendo o tranquilamente, con la
televisión o en silencio.
Es
posible que muchos de nosotros observemos una ingesta exagerada de
alimentos de algún tipo y el nulo o escaso consumo de otro grupo.
Comemos
en general rápido y mal y, en muchos casos, comida de bajo nivel
nutritivo. Uno mismo, debe de observar, qué efectos producen los
diferentes alimentos en su organismo tras su ingesta y en las
siguientes horas o días. Debemos observar si tal o cual comida nos
produce un ligero dolor de cabeza, cómo son nuestras digestiones, si
descansamos bien o no, cuál es nuestro nivel energético, qué
molestias observamos en nuestro cuerpo, cómo es el estado de nuestra
piel, nuestro humor, nuestro ritmo respiratorio...
¿Qué
comer?
Todos
escuchamos que tenemos que comer alimentos frescos, de temporada y de
alto nivel nutritivo, pero ¿dónde están estos alimentos?. Parte de
la industria alimentaria se ha convertido en una máquina de hacer
dinero: pollos hacinados, hormonados y llenos de antibióticos,
frutas y verduras llenas de fertilizantes y pesticidas, que queremos
que crezcan rápido, con un bajo costo económico, pero poco sanos,
tanto para nosotros como para nuestro medioambiente.
Independientemente de la ideología alimentaria que sigamos ya sea
tradicional, vegana, crudívora, macrobiótica,... deberíamos hacer
una fuerte apuesta por la alimentación ecológica, que está libre
de transgénicos, pesticidas y abonos químicos y nos proporciona
unos alimentos de alta calidad.
Pero
en esto aún existe una gran confusión gente que cree que ecológico
es vegetariano o que todos los alimentos que se venden en herbolarios
o mercados tradicionales lo son. Muchos de los alimentos que
encontramos en supuestas tiendas Bio no lo son; son integrales pero
no ecológicos, por lo que no podemos saber a ciencia cierta la
calidad de estos alimentos
Por
mucho que ciertos estudios médicos aparecidos hace poco tiempo y de
muy dudosa calidad nos digan que los alimentos ecológicos no
producen ningún beneficio para la salud, cualquiera que siga un mes
un cambio a alimentación ecológica notará en breve como su energía
y salud mejoran.
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Muchas
veces se piensa que nos alimentamos bien, pero muchas veces no es
así. Lamentablemente no siempre hay mucho conocimiento en esto,
hasta que se presenta una enfermedad o cuando se decide cambiar la
alimentación.
En
mi caso siempre he estado interesada en la alimentación, pero hace
algunos años entre más en estos temas, incluso cuando inicie con
la práctica del yoga y me hice vegetariana, se abrió un mundo
totalmente nuevo y maravilloso para mi y aún sigo aprendiendo. Hay
tantos alimentos que no son conocidos y tantos alimentos conocidos
que no están bien.
A
veces hay ciertas sustancias que no permiten que se realice una buena
absorción de los nutrientes, a causa de los químicos que vienen en
los alimentos y a los antibióticos que se pueden encontrar en
la carne y en sus productos derivados. Hay muchos alimentos que
se deberían evitar y cambiar por productos naturales y en
lo ideal biológicos.
Por
qué somos lo que comemos?
Nosotros,
los ratones y los árboles. No sólo crecemos de una célula
siguiendo un patrón definido y estricto, sino que nos volvemos
a regenerar. Pero cada nueva célula que fabricamos se hace a partir
de lo que comemos.
Ahí
está la clave de todo. Somos responsables, por esto es importante
elegir bien nuestros alimentos. Cuando un cuerpo enferma, nuestra
mente enferma, nuestros pensamientos ya no son los mismos y todo
nuestro alrededor enferma.
Desde
que dejamos el vientre materno, las células de nuestro cuerpo la
hemos fabricado con lo que hemos comido. Desde que somos adultos,
nuestra piel se regenera cada mes y nuestros huesos, cada seis meses.
Cada
hora nuestra médula ósea 11 millones de nuevos glóbulos rojos y
casi medio millón de glóbulos blancos y
otras células sanguíneas. Todo nuestro
organismo incluido nuestras neuronas, se vuelve a fabricar.
Y las materias primas para recomponernos día a día entra por la
boca.
Por
ejemplo no se puede sustituir la fructosa de la fruta por fructosa
química. No podemos sustituir el calcio de las verduras
por el de la leche en polvo. Y si lo hacemos estamos cometiendo un
error por que estamos recontruyendo nuestro cuerpo con chatarra.
Por
lo tanto no deberíamos extrañarnos que las células de
nuestro sistema inmunitario no funcionen como deberían ni
que la médula ósea o los ganglios linfáticos, no la
fabriquen en cantidad suficiente. Tanta materia prima inapropiada
acaba desvirtuando la regeneración celular y pueden surgir
células cancerígenas en cualquier tejido en lugar de las
funciones propias de ese tejido u órgano.
Debemos
saber que el estado nutricional de un individuo es esencial para el
mantenimiento o recuperación de su salud, por ejemplo, enfermedades
tales
como Diabetes, Hipertensión arterial, Gota, Artrosis o Colon
irritable, entre otras, tienen una relación directa con la dieta que
realizamos.
Una
dieta es la pauta que una persona sigue en el consumo habitual de
alimentos. El origen de la palabra “dieta”
proviene del griego dayta, que significa “régimen de vida”.
Hipócrates
vivió en Grecia desde el 460 A.C. hasta el 370 A.C., es decir, murió
hace 2381 años. Ejerció durante el llamado Siglo de Pericles y es
considera
do
una de las figuras más destacadas de la historiade la medicina. Nos
referimos a él como el «Padre de la Medicina»... y fue quien dijo
algo tan sencillo y cierto como “somos lo que comemos”.
En más de dos mil años, esta afirmación sigue vigente como el
primer día.
Las
enfermedades generalmente son multifactoriales, lo que quiere decir
que generalmente concurren varios factores para que la Salud se
comprometa y aparezca una alteración. A nuestra Salud la sostenemos
con nuestra alimentación y nuestros hábitos, por lo que muchas
veces somos nosotros los que creamos un desequilibrio quedará lugar
a la enfermedad de inicio determinando su mala o buena evolución o
también, en otros casos, podemos provocar la recaída de una
enfermedad ya resuelta.
Estamos
construidos por millones de células y para sobrevivir cada una de
ellas debe alimentarse; la Salud de estas células depende de la
recepción de los nutrientes que necesitan para funcionar. Lo que
comemos determina lo que la sangre transporta a las células, ya sean
toxinas o nutrientes. Todo lo que ingerimos y más cuando se trata de
alimentos que no son adecuados o presentan algunas deficiencias en
cuanto al aporte nutritivo, se manifiesta con el paso de los años en
nuestro organismo.
Los
estilos de vida de la actualidad nos ponen fácil la mala
alimentación, aunque por otro lado, los modelos estéticos nos
muestran otra realidad en la que las figuras delgadas y esbeltas
marcan la tendencia.
No
se trata de una cuestión de imagen sino de poder pensar y
reflexionar sobre nuestros hábitos de alimentación y cual es la
responsabilidad que cada uno de nosotros tiene sobre ella.
Por
ello, seguimos apostando por una educación sobre la salud, para que
podamos liderar nuestro propio cambio y, que seamos concientes de qué
es de lo que nos estamos alimentando.
En
la actualidad el modelo industrial esta dominando el sector de la
alimentación y los productos que se nos ofrecen en las grandes
superficies no son la excepción a cualquier otro producto que es
desarrollado para la comercialización. Por ello, y más que nunca,
debemos informarnos sobre lo que consumimos y sobre los ingredientes
que se utilizan en los alimentos.
El
mantener una dieta equilibrada y con tendencia al consumo de frutas,
verduras y hortalizas, hace que mantengamos bien a nuestro cuerpo,
dándole todos los nutrientes que necesita y evitando enfermedades
que están relacionadas con el consumo en exceso de otro tipo de
alimentos.
De
este modo les invitamos a todos a incrementar el consumo de frutas,
verduras y hortalizas y a promover la conciencia alimentaria entre
todos los que están a su alrededor, por que todos somos responsables
de un verdadero cambio en nuestro modelo de alimentación, ya qué,
SOMOS LO QUE COMEMOS!
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