martes, 28 de octubre de 2014

COMA INTELIGENTEMENTE.

Lisa Hinz PhD, Licensed clinical psychologist, registered art therapist

Recientemente, mi hijo adolescente me acusó de comer con mi cerebro. Él pensó que la acusación me molestaría, pero en realidad me hizo sonreír. Sí, de veras como con mi cerebro y aunque él no lo sepa, él también lo hace. Lo que mi hijo quería decir es que pienso en el valor nutritivo de lo que como más que en el sabor de lo que me pongo en la boca. Cuando yo como, y cuando doy de comer a mi familia, lo primero que me pregunto es: "¿Cómo van a nutrir estos alimentos a nuestros cuerpos?" Yo no me centro en que los alimentos sepan bien, confío en que los alimentos frescos, integrales y nutritivos van a tener un gran sabor. Comer con el cerebro requiere la redefinición de algunas de las formas en que pensamos sobre la comida, comer de esta manera nos ayuda a comer moderadamente sin comer en exceso. Las siguientes definiciones me han ayudado:
  • Estar llena es estar satisfecha sin estar atiborrada. Atiborrada es cuando he comido tanto que tengo que aflojarme el cinturón o desabotonarme los pantalones. Si espero atiborrarme, siempre voy a comer en exceso. Estar llena es la sensación que tengo cuando he comido lo suficiente, estoy satisfecha.
  • El hambre no es una emergencia. Muchas personas, especialmente los niños, tratan el hambre como una emergencia. Ellos piensan que si no comen en seguida van a morir. En realidad, por lo general sólo les faltan unos pocos minutos para comer. Tener comida nutritiva a mano requiere planificación. Por ejemplo, los diabéticos suelen tener alimentos adecuados disponibles en caso de que su azúcar en la sangre baje demasiado. Usted puede mantener meriendas saludables a mano también para que no se enfrente a una emergencia alimentaria.
  • El alimento bueno es el alimento nutritivo. El  alimento bueno es el alimento que nutre, no el alimento que tiene buen sabor, pero que está nutritivamente vacío. Asegúrese de que los niños sepan que los alimentos nutritivos son los buenos, y  que los buenos no son las meriendas, comidas rápidas o alimentos cargados de azúcar.
  • No hay tal cosa como alimentos malos. Llamar a alimentos "malos" por lo general significa que trato de evitarlos mientras que al mismo tiempo me siento fuertemente atraída por ellos. Dime que no puedo comer una barra de dulce y la quiero aún más. No hay alimentos intrínsecamente "malos"; todos los alimentos están bien en moderación. Algunos alimentos son menos nutritivos que otros, y yo como esos en cantidades más pequeñas que los alimentos nutricionalmente gratificantes.
  •  Algunos alimentos son más "dignos de calorías" que otros. Frente a ciertos alimentos, me pregunto: "¿Es esto digno de calorías? Si puedo comer 1500 calorías al día, quiero gastar una parte de ellas en este alimento? ¿es fresco, nutritivo y sabroso?" Si la respuesta es sí, entonces me lo como, si no, lo pienso dos veces. Ya he mencionado la "dignidad de calorías" de los alimentos con tanta frecuencia que aún oigo a mi hijo haciendo comentarios similares. ¡Él está empezando a comer con su cerebro!
Cuando usted empiece a redefinir algunas de las formas en que piensa y habla de los alimentos, el hambre y la saciedad, usted y sus niños van a comer con tu cerebro también.




sábado, 27 de septiembre de 2014

PRESENTACION


Este blog es parte del proyecto (PINA), "PROGRAMA INTEGRAL DE NUTRICION Y ALIMENTACION", el cual se ha desarrollado para educar a los alumnos de primaria en la correcta nutrición y alimentación que debemos practicar para evitar enfermedades y combatir la obesidad.
Este blog forma parte del eje (Apoyo y difusiòn en los medios de comunicaciòn), y tiene como objetivo difundir temas sobre nutrición y alimentación, utilizando un lenguaje sencillo y entendible para la mayoría de quienes lo visiten, ya que en la actualidad, uno de los problemas mas sentidos en nuestra sociedad, es la mala alimentación, lo que ocasiona problemas como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial, la Diabetes mellitus II, el cáncer la arteriosclerosis y otros trastornos que afectan a temprana edad la salud de la población.

El hecho alimentario, en nuestras sociedades atravesadas por el fenómeno de la globalización, requiere una especial atención para limitar la invasión de productos considerados como alimentos chatarra y adoptar costumbres de alimentación que nos dañan. 



La alimentación es un hecho cotidiano que se caracteriza tanto por presentar altas deficiencias nutricionales en los grupos marginados como por sobrealimentación en grupos mas favorecidos. Justamente, por tratarse de un hecho cotidiano, familiar a todas las personas y comunidades, consideramos que la educación alimentaria, se convierte en un desafío para la sociedad en su conjunto, lo que nos obliga a considerarla en toda su amplitud y complejidad.

 

 Sin embargo, la comida es para nosotros algo más que un conjunto de nutrientes, elegidos sólo sobre la base de criterios biológicos o nutricionales, se llega a convertir en una necesidad social debido a los efectos publicitarios, del mismo modo que las elecciones alimentarias no responden, únicamente, a razones económicas. 


 Los cambios fundamentales que diferencian al ama de casa actual de sus abuelas pueden resumirse de esta manera: la tienda de autoservicio, los electrodomésticos, las conservas y los alimentos envasados, algunos de los cuales ya se conocían a finales del siglo pasado pero su consumo no era tan frecuente. Las mujeres organizan de otra forma su vida: tienen que ahorrar tiempo, cocinar rápido, aprovechar todas las ventajas que les brinda la nueva tecnología y suplir con ella la escasez de mano de obra, cuya abundancia durante los siglos anteriores propiciaba platillos deliciosos y nutritivos.
Ahora se congela la compra de la semana y se abren las latas almacenadas en la alacena. Se ahorra tiempo y trabajo, pero se favorecen los alimentos chatarra.

 

La alimentación adecuada es aquella que cumple con las necesidades específicas del comensal de acuerdo a su edad, promueve en el niño y en el adolescente el crecimiento y desarrollo adecuados, y en los adultos y ancianos, permite conservar o alcanzar el peso esperado para la talla, y previene el desarrollo de enfermedades que se presentan por deficiencia o por exceso de nutrimentos. La alimentación correcta permite a las personas gozar de un pleno bienestar biológico, psicológico y social.
 


Por esto la educación alimentaria se convierte en un desafío para toda la sociedad incluidos los medios de comunicación, que pueden hacer mucho, en la difusión de información que oriente a la población, a corregir sus malos hábitos alimenticios, o a inculcar en los niños y adolescentes hábitos alimenticios sanos.



LA ESCUELA


Los temas vinculados a una alimentación sana y nutritiva constituyen un contenido que debe ser abordado también desde las escuelas. El considerable tiempo que pasan los pequeños en el espacio escolar, convierte a este último en un lugar donde se producen aprendizajes más allá de lo estrictamente curricular. Por ello, los docentes pueden adoptar un rol significativo a la hora de transmitir contenidos y promover actitudes orientadas a favorecer una nutrición más saludable entre los niños.   Esta unidad didáctica puede ayudarte en estos aspectos: la misma constituye un material elaborado por mì y presenta de una manera sencilla los problemas vinculados a una nutrición inadecuada, al tiempo que propone ideas para evitar estos problemas. La unidad está compuesta por textos, imágenes y sonidos que la hacen más atractiva y dinámica.   Además, incluye información sobre distintas problemáticas asociadas a la alimentación, tales como la anorexia, la obesidad, la anemia, el colesterol, entre ellas. De esta manera, contarás con un recurso amigable para enseñarles a tus alumnos lo importante que es poner atención a lo que comemos diariamente como forma de cuidar nuestra salud.